DOMINAR EL HORIZONTE
La cima de una montaña en la isla de Ibiza, solitaria en su elevada cota, la arquitectura de una casa cuya ubicación invita a otear un vasto horizonte dominado por el mar. La radiante luminosidad del Mediterráneo adquiere en el límpido aire de la montaña costera una mayor intensidad. La albura, el olor a sal y las brisas se funden en una atmósfera que logra transmitir una profunda sensación de paz y armonía.
LAS TERRAZAS EN CASCADA
El diseño de la vivienda trata de aprovechar su situación y se abre hacia las amplias visuales de las que goza. El diseño de la casa trata de preservar el encanto natural del entorno de Can Rimbau, en la isla de Ibiza, por lo que su implantación se realiza mediante dos prismas blancos superpuestos que deslizan entre sí, minimizando la huella de la arquitectura y creando espacios exteriores aterrazados que vuelcan unos sobre otros, conectándose visualmente en cascada.
El diseño de la vivienda se concibe como un recorrido de grados de intimidad donde se van perfilando las visuales y se generan diferentes permeabilidades. Las secuencias entre el acceso, el salón, el chill-out, las terrazas o la piscina proporcionan diferentes escenas a los espacios vividos con matices de privacidad que enriquecen la experiencia arquitectónica.
INTERIOR / EXTERIOR
Los límites interior-exterior se confunden y el ambiente marítimo penetra en el interior de la vivienda. El espacio salón-comedor presenta una continuidad con el espacio exterior a través del chill-out, configurado por la cubierta de la planta inferior. El chill-out se convierte en una verdadera prolongación del espacio de estar, un lugar tranquilo en el que descansar y desde donde poder contemplar los atardeceres de Ibiza. De igual forma, en la planta inferior se establece una continuidad entre la zona de noche y el espacio exterior delimitado por la piscina, que reproduce con sus reflejos la vegetación y el azul del cielo.
ESCENAS
El diseño del acceso a la vivienda, flanqueado por una pendiente de roca viva, inicia el recorrido ocultando las visuales, generándose en torno a un patio que construye un paisaje interior privado. Éste viene definido formalmente por una serie de planos que deslizan, vuelan y se encuentran propiciando juegos de luces y sombras, así como escalas más reducidas. Las amplias visuales hacia el paisaje se mantienen veladas para mostrarse súbitamente en los espacios diáfanos de la zona de día, alcanzando efectos de mayor impacto.
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